Otro descanso...
La Semana Santa puede conmigo...
No sólo porque no entiendo por qué y debido a qué forma de entender la libertad no puedo aparcar mi coche en la puerta de mi casa en varios días, y tengo que aguantar a unos muchachos vestidos de romanos paseándose por la calle a horas intenpestivas (las 8 a.m.!!!) tocando tambores, bombos y cornetas. Y lo peor es que disfrutan los muy malandrines despertándome a su paso bajo mi ventana. Ni tapones ni leches, aquí no hay quien duerma.
Un poquito de por favor...
Pero hay más: estos días mi curro se pone hasta el punto donde la espalda pierde su nombre y se funde con las piernas. Estoy medio deshidratado de tanto correr. Mis piernas no responden, o lo hacen más lentos que un windows mal conservado.
Menos mal que el martes tuve fiesta en la playa (ya la he estrenado, el primer baño en pleno mes de marzo). Por fin algo de desahogo y desenfreno... Total, para acabar congelado (hacía más frío de lo que se podía imaginar en un principio) y en el Mar Menor, pues como que no luce: entrando 20 metros en el agua cubre hasta los tobillos...
Y por si fuera poco, tengo a alguien en un foro que me esta rozando las gónadas de forma muy sutil. Se esmera el chaval en dejarme claro que no soy suficientemente inteligente para debatir porque no soy famoso...
No coment.
Mañana, Bando de la Huerta (para el que no lo sepa, en Murcia las Fiestas de Primavera de las que la Semana Santa forman parte se prolongan hasta el sábado: el martes tenemos el Bando de la Huerta, un día mega-festivo donde la diversión está en la calle, llena de barracas donde comer y beber hasta acabar como un cerdito, y el sábado el Entierro de la Sardina, una cabalgata tipo Reyes-Magos donde el producto estrella siempre ha sido el balón de plástico de caldad dudable). Y pasado, nueva información.
Con lo interesante que está en país... algunos aseguran que se prepara una vuelta de Felipe González... Y yo en la playa.
No sólo porque no entiendo por qué y debido a qué forma de entender la libertad no puedo aparcar mi coche en la puerta de mi casa en varios días, y tengo que aguantar a unos muchachos vestidos de romanos paseándose por la calle a horas intenpestivas (las 8 a.m.!!!) tocando tambores, bombos y cornetas. Y lo peor es que disfrutan los muy malandrines despertándome a su paso bajo mi ventana. Ni tapones ni leches, aquí no hay quien duerma.
Un poquito de por favor...
Pero hay más: estos días mi curro se pone hasta el punto donde la espalda pierde su nombre y se funde con las piernas. Estoy medio deshidratado de tanto correr. Mis piernas no responden, o lo hacen más lentos que un windows mal conservado.
Menos mal que el martes tuve fiesta en la playa (ya la he estrenado, el primer baño en pleno mes de marzo). Por fin algo de desahogo y desenfreno... Total, para acabar congelado (hacía más frío de lo que se podía imaginar en un principio) y en el Mar Menor, pues como que no luce: entrando 20 metros en el agua cubre hasta los tobillos...
Y por si fuera poco, tengo a alguien en un foro que me esta rozando las gónadas de forma muy sutil. Se esmera el chaval en dejarme claro que no soy suficientemente inteligente para debatir porque no soy famoso...
No coment.
Mañana, Bando de la Huerta (para el que no lo sepa, en Murcia las Fiestas de Primavera de las que la Semana Santa forman parte se prolongan hasta el sábado: el martes tenemos el Bando de la Huerta, un día mega-festivo donde la diversión está en la calle, llena de barracas donde comer y beber hasta acabar como un cerdito, y el sábado el Entierro de la Sardina, una cabalgata tipo Reyes-Magos donde el producto estrella siempre ha sido el balón de plástico de caldad dudable). Y pasado, nueva información.
Con lo interesante que está en país... algunos aseguran que se prepara una vuelta de Felipe González... Y yo en la playa.
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